En un piso de dos plantas, en el que se juega con los contrastes cromáticos del blanco y el marrón oscuro, cada detalle es esencial para definir la originalidad del diseño. El color dominante es el blanco: la mampostería, los muebles, los electrodomésticos e incluso las cortinas y la ropa de cama respetan la elección estilística, lo que confiere a la casa una pureza y una sensación de espacio únicas. El parquet y otros pequeños toques en marrón oscuro, en cambio, confieren tridimensionalidad a las estancias.
Los productos de la colección Alu 90 combinan con los dos colores principales: en este proyecto, los marcos de las ventanas se convierten en un medio para la continuidad visual y de diseño de toda la casa. En este piso en particular, la ventana es un elemento altamente personalizable, para satisfacer los objetivos estilísticos más exigentes.