A primera vista, Villa Roma se presenta en toda su esencialidad. La zona de estar se caracteriza por un gran espacio abierto con techos y paredes blancas, un suelo de parqué de alerce claro y algunos muebles en colores naturales, hábilmente dosificados y dispuestos. La luz y el espacio abierto influyen en el estilo de cada detalle y el lenguaje resultante es moderno y atemporal.
El salón y el comedor, que antes estaban divididos en muchas habitaciones pequeñas, se han aireado gracias a la fluidez de la sala renovada y a las grandes ventanas y cristales presentes. Las paredes son como lienzos blancos, de los que se derivan los elementos primarios: entre ellos, la escalera con su diseño mínimo, que se desprende en el centro del espacio, desarrollándose con un gesto decidido y libre, con un carácter fuertemente gráfico.
En Villa Roma, el cerramiento se convierte en una continuación de la pared, un fino hilo que separa la habitación del paisaje, un marco invisible para el espléndido panorama verde del parque. El blanco puro de las paredes es recogido por las ventanas de la colección Skyline Minimal Frames, que aquí podemos ver en la versión de abeto con acabado lacado. Los perfiles de las grandes ventanas de la zona de estar ayudan a esculpir el espacio y a que la transición entre el interior y el exterior sea lo más discreta posible.
Los basculantes horizontales y otras ventanas batientes dialogan con el mobiliario, creando un lugar ordenado dedicado a las funciones individuales de la vivienda. La ventana de los vasistas, una pantalla transparente sobre el escritorio del dormitorio, es un ejemplo de ello.
Las fotos son propiedad de STUDIO STRATO.
