Una residencia exclusiva en el corazón de la City
En el corazón de Londres, a pocos pasos de uno de los parques reales más bellos de la ciudad, se alza uno de los complejos de edificios históricos más representativos de la cultura y la arquitectura inglesas de la mitad del siglo XIX. Se trata de las famosas casas adosadas de Park Crescent, diseñadas por el arquitecto y urbanista John Nash a principios del siglo XIX. Las icónicas fachadas blancas y típicas del estilo Regency, componen una media luna que abraza por delante Park Square, un pequeño pero característico apéndice del más célebre Regent’s Park.
Al estudio Garnett Architects se le encargó la renovación de una casa que es, cuanto menos, exclusiva y pertenece a la lista de edificios catalogados de grado II del patrimonio cultural británico, es decir, «obras de arte reconocidas y protegidas por su excepcional aspecto histórico, arquitectónico o cultural».
El proyecto de renovación de House Crescent representó, por tanto, un gran desafío: la normativa de los edificios catalogados en Inglaterra es muy estricta y cualquier intervención debe basarse en el respeto de la preexistencia y la protección de los elementos originales, desde las decoraciones murales hasta los cerramientos.
Otro factor decisivamente desafiante fue la propia construcción de la casa, que se erige seis pisos sobre el suelo en el llamado «solar gótico», una porción de terreno larga y muy estrecha que da a la calle principal. Esta condición particular hizo imprescindible estudiar la iluminación para aprovechar al máximo las aberturas existentes, para permitir el bienestar en todas las habitaciones. Gracias a un pequeño patio interior, que rompe la continuidad del edificio, el aire y la luz natural se extienden uniformemente hasta la parte trasera de la vivienda, donde tienen lugar las actividades de convivencia en la gran cocina abierta y otras pequeñas zonas de estar y estudio.
Skyline Minimal Frames y House Crescent
El objetivo del proyecto fue adaptar la antigua residencia a las necesidades de vida del propietario, encontrando soluciones contemporáneas que mejorasen el rendimiento energético sin alterar el carácter único del edificio. Para la sustitución de las ventanas y puertas, el arquitecto Christian Garnett se apoyó en los consejos de nuestro socio especializado Eterno Windows y realizó la mejor elección posible. El producto seleccionado es una combinación de todas las características esenciales para el proyecto de renovación: el sistema Skyline Minimal Frames en su versión Classic parece haber nacido para ser utilizado cuando se requiere una estética más clásica para un rendimiento moderno.
A pesar de la limitada superficie disponible, House Crescent es muy confortable y sus habitaciones se desarrollan como una cinta que se despliega hacia el patio interior, fuente de luz y aire gracias a las ventanas Skyline Classic. El estilo típico inglés del travesaño, conocido por nosotros como «inglesine», reproduce a la perfección las ventanas originales; el perfil torneado del marco es fruto de la artesanía de Carminati, una atención a los detalles que convierte un elemento tecnológico en un valioso componente de estilo.
El marco fino de madera que define toda la colección es perfecto para obtener el máximo rendimiento de las aberturas. Combinadas con un doble acristalamiento de calidad superior mediante unión estructural, las ventanas y puertas Skyline ofrecen un aislamiento acústico ideal para las viviendas situadas en el centro de la ciudad; al mismo tiempo, garantizan un rendimiento térmico que asegura un clima lo más posible constante y confortable, reduciendo el consumo de energía.
Valorizar el patrimonio cultural es algo que resulta natural para los británicos, sobre todo cuando se combina con la sagrada necesidad de habitabilidad y confort. Los objetivos del arquitecto y el cliente, es decir crear una casa a medida auténtica y funcional, con detalles y acabados refinados en un equilibrio perfecto entre conservación y modernidad, se lograron y el desafío de House Crescent se superó.